Síndrome compartimental en motociclismo (2)

En la entrada anterior explicábamos en qué consistía el síndrome compartimental y cuales eran los agentes causales, así como el tratamiento en fases agudas, es decir, cuando ya había ocurrido.

Pero para prevenir la aparición de síndrome compartimental (tratamiento conservador), hay que separar dos lineas mediante una sencilla pregunta. ¿Te ocurre siempre o sólo en competición?

Si te ocurre siempre, hay que tratarlo de inmediato, y la linea a seguir empieza por el tratamiento fisioterapéutico y termina en la intervención quirúrgica, si la primera no ha sido suficiente. En la fisioterapia existen varias medidas a probar, no todas ellas con la misma efectividad ni evidencia científica, pero que deben utilizarse antes de decidirse por la operación. En última instancia, la intervención quirúrgica es sencilla (fasciotomía), donde se realizan cortes sobre las aponeurosis de la musculatura epitroclear (y epicondílea si es necesario), y se recupera con pocas sesiones y apenas una semana.

Otras medidas en el motocross serían las siguientes:

Realizar siempre un buen warm-up (calentamiento), con el fin de elevar la temperatura corporal, que provoca cambios en las propiedades del tejido conectivo, volviéndolo ligeramente más tolerante a la elongación.

Realizar un planificado entrenamiento cardiovascular, a modo de incrementar la eficiencia del metabolismo cuando hay demanda de oxígeno, ya sea con adaptaciones centrales o periféricas, eso mejorará nuestro aporte circulatorio a la musculatura del antebrazo.

Comprobar la equipación, revisando si los guantes o el traje pudieran apretar en algún punto, incluso bajo la axila o en el codo. Revisar el manillar, reglajes, altura, posición de las manetas, etc.

Mantener tu cuerpo hidratado, evita que la sangre circule con dificultad debido al espesamiento por deshidratación. Intenta también mantener un correcto balance de sales, comprobando la hipertonicidad, hipotonicidad o isotonicidad de las bebidas que utilizas.

Pero muchos pilotos responderéis que no os ocurre siempre, que normalmente os aparece en competición. En estos casos, la "patología" pierde componente físico y adquiere un mayor componente psicológico.

Continua en la tercera parte del artículo